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CIENCIA FICCIÓN Y ALIMENTACIÓN

El pasado 23 de enero tuvo lugar un encuentro denominado “Alimentación conCiencia”, dentro de las actividades de Madrid Fusión. Allí, varios expertos abordaron cuestiones desde la tecnología de los alimentos, la psicología alimentaria o la evolución de la gastronomía y su impacto en el PIB de España.

En una de las conferencias, el experto neerlandés Mark Post nos puso al día acerca de sus investigaciones y producción de carne de vacuno a partir de células madre. Esto quiere decir que está desarrollando carne de vaca… pero sin la vaca. 

Para ello, básicamente, se toman células madre musculares de la vaca (las que, en la vaca, se transforman en su tejido muscular), se las “alimenta” en unos moldes y se les somete a tensión o a estimulación eléctrica para que crezcan. Ya tienen preparada una hamburguesa, aunque todavía no sabe igual que la carne normal. “Estamos trabajando en ello”.

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Dando forma a la “hamburguesa de célula madre”

El objetivo es obtener “carne” más barata, disponible para más gente y menos contaminante: lo justifica diciendo que el crecimiento de la población y el aumento del consumo de proteína animal provocan que no haya alimentos de este tipo para todo el mundo, que exista una sobreexplotación del suelo para producir alimentos para las vacas, que se contamine la atmósfera con los gases expulsados por las vacas…

José Miguel Mulet, profesor de biotecnología en la Universidad Politécnica de Valencia, hablaba de los alimentos transgénicos de la manera más natural del mundo. Como él dice: “siempre hemos buscado domesticar la naturaleza”. Lo que es bueno preguntarse es hasta dónde debemos llegar y qué nos ha ido ocurriendo a raíz de querer domesticar determinadas partes de la naturaleza. Una cuestión es realizar un injerto en un árbol para obtener fruta de otras características que, por cierto, la naturaleza se encarga de realizar esa mezcla de genes y de que sea viable y, otra cuestión, es que un señor en un laboratorio introduzca genes y modifique lo que la naturaleza ha generado durante tantos años por razones que, todavía, no conocemos del todo.

También nos puso al día de que la ropa que llevamos está fabricada con algodón transgénico, como los billetes de euro, las compresas, los detergentes con enzimas, el líquido de las lentillas, etc. Él opina que es de tontos permitirlo en todo menos en la agricultura. ¿Alguien se ha dado cuenta de la diferencia entre pagar con un billete y comérselo?

Me parece bien que la ciencia progrese, pero ¿a costa de qué? ¿Hasta dónde debe llegar la ciencia? ¿Hasta dónde debe llegar su alcance como fundamento de lo que es o no es, de lo que se llaman “evidencias”?

No hay alimentos para todos, dicen algunos. Hay gran despilfarro de comida, se come en grandes cantidades lo que nos viene en gana. ¿Y lo único que se le ocurre a algún “científico” es seguir perpetuando ese comportamiento, en lugar de ver que hay mucho que trabajar en la educación y en la optimización de los recursos? ¿Y si dejara de desperdiciarse más del 40% de la comida? ¿Y si educáramos a las personas para que coman más variedad de alimentos en cantidades razonables y saludables?

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