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ENTONCES…¿QUÉ COMIDA ES BUENA?

La famosa “pirámide” de recomendaciones nutricionales ha llegado a su fin. ¿Cómo es posible que haya personas que si comen una dieta normal en grasa sufran de tensión arterial alta y si comen más grasa de lo “supuestamente saludable” sus niveles se equilibren? ¿Cómo es posible que la leche, el pan, los cereales no sea tan buenos como se pregona en tantos sitios? ¿Echaríais a vuestro coche gasolina si el motor funciona con diésel?

En una de las conferencias del encuentro “Alimentación conciencia”, el Dr. José Mª Ordovás, uno de los mayores expertos a nivel mundial en nutrigenética y nutrigenómica, nos explicaba qué están investigando y descubriendo dentro de esa especialidad.

Nuestra genética se fue adaptando a los diferentes medios ambientes desde que salimos de África, por lo que las diferentes cocinas surgen de sacar mayor partido al medio en el que vivimos. El problema es la globalización actual, acompañada del sedentarismo y el consumo excesivo de calorías. Es evidente que los ambientes en los que nos movemos han cambiado rápidamente, pero no nuestro genes. Simplemente porque no han tenido tiempo de cambiar a la misma velocidad que la sociedad y sus nuevas costumbres y tecnologías.

La nutrigenómica y la nutrigenética estudian cómo los nutrientes que incorporamos con la dieta influyen en nuestra salud y la expresión de nuestros genes, y cómo las diferentes variantes del genoma humano influyen en la respuesta a la ingesta de determinados alimentos. ¿Qué quiere decir esto? Que no hay alimento bueno o malo porque cada ser humano es diferente y reacciona de diferente manera a un alimento y ese alimento determina un metabolismo distinto en cada persona.

Podemos haber descubierto la secuenciación del genoma humano e interesarnos por investigar cada vez más a fondo qué genes están en relación con según qué enfermedades. La cultura milenaria china lleva haciéndolo ya desde hace miles de años con su Medicina Tradicional. Ellos ya entendieron, a través de la meticulosa observación, que cada persona, en función de sus características y del momento, debe alimentarse de una manera u otra para seguir estando sana. También se dieron cuenta de qué alimentos debían consumirse y evitarse en función de cada enfermedad.

Los avances científicos son de extraordinario valor, pero desde hoy podemos conocer qué alimentos nos van mejor a cada uno a través del completo análisis que nos proporcionan la Medicina Tradicional China y las Terapias Energéticas como la PH y la PHE. Y en el momento en que la ciencia apoye todo este conocimiento con su metodología, estaremos aún más contentos. Recordemos que la Tierra siempre fue redonda, aunque durante mucho tiempo pensábamos que era plana. Y aunque hizo falta demostrarlo para que la gente lo creyera, siempre fue así.

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