Este nivel de organización es el más bajo dentro de la escala de jerarquía del ser humano. Que sea el más bajo no quiere decir que sea poco importante. Simplemente hace referencia a que es el último en el que se manifiesta todo lo que ha ido sucediendo en los niveles superiores. Recordemos la escala de jerarquía en orden de superior a inferior: Nivel Supramental y Espiritual, Nivel Mental, Nivel Emocional, Nivel Energético y Nivel Físico.
El cuerpo humano está compuesto de más de 100 millones de células, que son las unidades básicas de la vida en el sentido de que realizan todos los procesos necesarios para ella: se nutre, fabrica sustancias, las procesa, las elimina, se reproduce y se relaciona con su entorno. Dependiendo de su función, estas células tienen tamaños, formas y configuraciones diferentes. Las células se dividen y se multiplican y, de este modo, el cuerpo humano se desarrolla y cambia.
Por la relación y el vínculo que se establece entre todas esas células y el entorno que las rodea, determinados tipos de células se agrupan más estrechamente para formar tejidos. Los tejidos se relacionan para formar órganos que, a su vez, se organizan en aparatos y sistemas (muscular, cardiocirculatorio, respiratorio, digestivo, etc.). Y la relación, que no la unión, de estos sistemas forman nuestro “cuerpo humano” en su nivel físico, el que vemos en el espejo.
¡Un momento!
Pero… ¿de qué están formadas todas esas células? De moléculas. ¿Y las moléculas? De átomos. ¿Y los átomos? De protones, neutrones y electrones. ¿Y los protones, neutrones y electrones? De la relación adecuada de quarks y leptones con los fotones, fonones, gluones, bosones W y Z, bosón de Higgs, bosón X y gravitones. Según avancen los descubrimientos de los físicos de partículas seguiremos comprendiendo más ciertos procesos.
Es decir, todas esas partículas microscópicas que forman nuestras células, son como una nube vibrando donde no existe un límite entre lo nuestro y lo que nos rodea.
¡Menudo lío! ¿verdad?
Como todo esto es así,
¿Cómo es posible que digamos “yo soy yo”, “tú eres tú, “nosotros somos nosotros y los demás son otra cosa”…? ¿Cómo es posible que todo esté organizado tan bien?
Si estamos formados por materia inerte, ¿por qué estamos vivos?