Skip links

¿POR QUÉ?

En nuestro anterior post hicimos unas reflexiones sobre cuestionarse el “para qué” de lo que hacemos y vivimos. Hoy daremos una visión de una pregunta que, seguramente, muchos nos hemos planteado tantas veces: ¿por qué me ha sucedido esto, por qué así?

He escogido una escena de la película “El curioso caso de Benjamin Button” para ilustrar un poco lo que sucede en la vida. En la escena, Benjamin (Brad Pitt) va a visitar a su amiga Daisy (Cate Blanchett) al hospital después de que a ella la atropellase un coche y le fracturase la pierna gravemente, cambiando completamente su exitosa carrera como bailarina.

Si analizamos lo que vivimos nos daremos cuenta de que muchísimas cosas que nos suceden tienen relación con algo que nos sucedió hace tiempo y que, si hubiera sido de otra manera, ahora estaríamos viviendo otra situación completamente diferente. Pero no es tan sencillo, porque como nuestra vida está continuamente en marcha, hay una red de acontecimientos que van marcando un futuro de potenciales cosas que podrían suceder.

¿Cuántas veces nos han sucedido esas “casualidades” que significaban una oportunidad para algo? ¿cuántas veces han coincidido una serie de factores que nos han permitido vivir determinadas experiencias? ¿Habéis pensado con detenimiento todas las cosas que han tenido que suceder a la vez involucrando a tantas personas a lo largo de mucho tiempo para que un evento en particular fuese posible y de esa manera? ¿y cuando parece que algo “malo” había sucedido, pero al tiempo eso hizo posible otras cosas que nos han hecho felices?

¿Aún creemos que todo es fruto de la casualidad? La física cuántica, con sus novedosos descubrimientos, está proponiendo que los acontecimientos se organizan y suceden en función de cómo vamos sintiendo y viviendo nuestra vida; en función de nuestros pensamientos, sentimientos y conductas derivadas de ello. Todo eso organizaría nuestra energía de una determinada manera que actuaría de imán atrayendo lo que estamos pensando, sintiendo y viviendo en nuestro interior y no sólo según las apariencias, poniéndonos en contacto con otras personas y sucesos que vibran igual que nosotros. De esta manera, todo se vincula según fuerzas de atracción.

Fascinante, ¿verdad?

Leave a comment

Name*

Website

Comment